miércoles, 1 de agosto de 2012

1º de agosto, día de la Pachamama


En distintos puntos del noroeste del país la Madre Tierra es homenajeada con rituales ancestrales, ceremonias, danza, música y comidas especiales. Una oportunidad única para asistir a una de las fiestas nacionales más tradicionales.

La Pachamama es la Madre Tierra, toda la naturaleza es su templo, “Apacheta” es el nombre de sus altares, unos montículos de piedra ubicados a orillas del camino

Tierra, mujer, madre, diosa... esa es la Pachamama. Es la tierra madre en el sentido más profundo, más completo y diverso. Literalmente “Pacha” viene del aymara y quechua y significa tierra y, por extensión “mundo”, “cosmos”. “Mama”: madre -es decir “Madre Tierra”, es la gran deidad entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur.

La tradición de los pueblos originarios describe a la Pachamama como una mujer de baja estatura, de grandes pies y sombrero alón. Madre de los cerros y de los hombres. Toda la naturaleza es su templo, “Apacheta” es el nombre de sus altares, unos montículos de piedra ubicados a orillas del camino.

Cuando decimos Pachamama, decimos tierra, espacio, tiempo, universo, decimos en fin, nosotros, todo...

Y aunque los pueblos originarios celebran a la Pachama cada 01 de agosto, aprovechamos la declaratoria de la Unesco del Día Mundial de la Tierra (22-04) para rendir tributo desde la poesía a esa mujer que nos permite la vida.

Porque no están y no estamos solos, porque la tierra es hogar, espacio de miles de millones de seres humanos, casa que sufre y nos sufre, que habitamos y nos habita, que nos respira en lo más luminoso y en todas las sombras que somos. “Somos granos de maíz / de una misma mazorca / Somos una sola raíz / de un mismo camino”, cantan los versos del poema “No están solos,” de Thaayrohyadi, escritor y poeta de la Nación Otomí (México).


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